Comparte:
Silvana Salgado - la puerta abierta

Artículo realizado por:

¿Necesitas un Fisioterapeuta en Madrid?

Explora más artículos sobre fisioterapia o contacta conmigo para obtener más información para un tratamiento personalizado

FisioterapiaPsicología

No saber también es un lugar

Protocolo de escucha en tiempos borrosos

A veces, después de una fiesta,
de una risa demasiado libre,
de un cuerpo que se suelta más de lo previsto,
algo queda flotando.
Un eco leve, como una cuerda vibrando en la distancia.
No es culpa.
No es miedo.
Es algo más fino.
Un tipo de tristeza sin nombre,
como si te hubieras abierto demasiado
y ahora no sabes si fue correcto hacerlo.

Otras veces, el silencio llega después de una decisión valiente.
Después de decir lo que durante años estuvo guardado.
Y sin embargo, el cuerpo no avanza.
Algo se frena.
No porque uno dude, sino porque lo dicho ha movido demasiadas raíces.
Porque el amor tiene múltiples formas,
y despedirse de una, aunque ya no sea hogar, sigue doliendo.
La espera entonces se vuelve cuerpo.
Se instala como una bruma entre el pecho y la garganta,
como un gesto que no termina de completarse.

Ambos gestos —el exceso y el freno—
hablan de lo mismo: una emoción que no encuentra aún su cauce.
Una verdad a medias, un deseo cruzado por viejas lealtades,
una alegría que se sospecha inapropiada.
Una parte de nosotros que no sabe si soltarse o recogerse.

En esos momentos no hay respuestas claras.
Solo una certeza: el cuerpo pide espacio.
Y presencia.

 

«Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.»

Immanuel Kant

A veces podría bastar con volver al presente con sencillez.
Sentir los pies, tocar el pecho, mirar el cielo.
Volver al gesto mínimo,
al silencio que no exige explicaciones,
a ese lugar en el que uno puede simplemente estar con lo que hay,
aunque lo que haya sea bruma.

No se trata de entender, sino de sostener.
Como dice el budismo, no toda emoción necesita ser resuelta.
Algunas solo necesitan ser acompañadas.
Habitar el cuerpo sin juicio.
Dejar que el gesto de tristeza, de duda o de nostalgia,
se despliegue sin que nadie venga a interrumpirlo con razones.

A veces escribir ayuda.
Decir con palabras vagas lo que se mueve:
siento algo que no sé nombrar,
hay un peso que no me asusta pero me pide quedarme,
hay una emoción en pausa que no sé si soltar todavía.

El cuerpo también es casa para lo que no está claro.
Para el deseo confuso, para la pena que no se justifica,
para el recuerdo que vuelve sin permiso.
Para la voz que se agita,
y para la que no sale.

Cerrar no siempre es cerrar.
A veces es solo quedarse.
Como quien se sienta al lado del fuego
y lo escucha arder en calma.
Sin prisa, sin explicación.
Solo con la certeza de que algo se está transformando,
aunque aún no sepamos qué.

“No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió”

Joaquín Sabina

Protocolo corporal para habitar lo que aún no tiene forma

Si algo dentro de ti está en pausa generando sensaciones corporales complejas puedes tratar de habitarlo sin empujarlo.

Este ritual corporal podría actuar como una herramienta de autorregulación, facilitando el manejo de emociones intensas y proporcionando soporte durante procesos emocionales que pueden resultar abrumadores.
Por supuesto complementar estos ejercicios con terapia psicológica es lo más eficaz.

Camina descalzo unos minutos.
Deja que los pies encuentren la tierra,
como quien vuelve a un sitio conocido sin necesidad de decir nada.

Lleva una mano al pecho y otra al abdomen.
Respira ahí.
Siente si hay una parte que quiere cerrarse, y otra que pide abrir.
No hagas nada aún. Solo nómbralo con la mente.

Permite un balanceo sutil.
Como quien arrulla algo que necesita consuelo.
Ese vaivén pequeño regula.
No soluciona, pero da calma.

Observa el cuerpo sin juicio.
¿Dónde hay peso? ¿Dónde hay espacio?
Coloca la lengua en el paladar,
afloja la mandíbula,
y deja que el aliento caiga sin esfuerzo.
Siente cómo el cuerpo baja una nota,
como si regresara a su tono original.

Apoya la espalda en una pared.
Siente que algo te sostiene incluso cuando no sabes sostenerte tú.
Quédate ahí. Un minuto. Cinco. Los que necesites.

Y cuando termines, no te apresures a cerrar.
No es necesario comprender.
Solo reconoce que estuviste contigo.
Que pudiste estar, sin exigirte una salida.
Y que, a veces, eso…
eso ya es suficiente.
No saber también es un lugar.

“Sábete, Sancho, que todas estas borrascas que nos suceden son señales de que presto ha de serenar el tiempo y han de sucedernos bien las cosas, porque no es posible que el mal ni el bien sean durables, y de aquí se sigue que, habiendo durado mucho el mal, el bien ya está cerca».

Miguel de Cervantes Saavedra
Don Quijote de la Mancha.

5 comentarios. Dejar nuevo

  • Andrea Cubillos
    abril 16, 2025 2:24 pm

    Wooowww me encantó ❤️

    Responder
  • María Fernanda
    abril 16, 2025 3:04 pm

    Silvana , gracias por estos mensajes que delatan mi estado emocional y cómo ha repercutido y todavía repercute en el estado físico de mi cuerpo.
    Gracias, de nuevo, por esas manos milagrosas que llegan hasta el interior de ese cuerpo dolorido, pero que TÚ, sabes cómo tratarlo y ayudarnos a cuidarlo. Seguirás siendo “ el ángel de la familia “ .

    Responder
  • Qué artículo tan distinto… por su forma, su estilo. Por el lugar desde donde está escrito, tan íntimo.

    Cómo la emoción afecta al cuerpo, cómo el cuerpo cambia las emociones. Y cómo, al nombrarlo, ese “no saber” deja de ser vacío y se convierte en territorio, en espacio habitable.

    Hay algo profundamente honesto en esa forma de mirarse hacia adentro sin urgencia, sin querer resolver, simplemente estando. Un texto que no solo se lee, sino que se siente.

    Responder
  • Qué bonito! Gracias por cuidarnos!
    Tus manos son mágicas.
    Abrazo

    Responder
  • Maravilloso … como todo lo que haces

    Responder

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Rellena este campo
Rellena este campo
Por favor, introduce una dirección de correo electrónico válida.
Tienes que aprobar los términos para continuar

Artículos Relacionados