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Osteoporosis: Un Enfoque Integral desde la Fisioterapia Especializada.

La osteoporosis, esa “ladrona silenciosa”, se caracteriza por la pérdida progresiva de la densidad ósea, convirtiendo lo que una vez fue una estructura sólida en un terreno vulnerable a las fracturas. Pero no todo está perdido en esta batalla contra el tiempo y la degeneración. La clave para combatir esta enfermedad reside en un enfoque integral que abarca desde la nutrición hasta la actividad física.

El tratamiento de la osteoporosis es un arduo proceso que requiere un enfoque complejo para abordar eficazmente esta enfermedad. Esto implica combinar cambios en el estilo de vida, como una dieta rica en nutrientes esenciales para la salud ósea y la realización de ejercicios específicos para fortalecer los huesos, con el uso de medicamentos cuando sea necesario. Es crucial entender que tanto el planteamiento farmacológico como el no farmacológico juegan un papel fundamental en el manejo de la osteoporosis, ya que cada uno ofrece beneficios únicos. Al combinar estas diferentes perspectivas, podemos maximizar los resultados y mejorar nuestra salud ósea.

En el arsenal nutricional contra la osteoporosis, la vitamina D y el magnesio deben ser destacados. La vitamina D, conocida como la “vitamina del sol”, desempeña un papel crucial en la absorción de calcio, el ingrediente esencial para huesos fuertes. Si tenemos un diagnóstico de osteoporosis será necesario medir nuestros niveles de esta vitamina. A su vez, el magnesio actúa como un cofactor en la mineralización ósea, fortaleciendo la estructura interna de nuestros huesos. Es fundamental incluir alimentos ricos en estos nutrientes en nuestra dieta diaria, como pescado graso y verduras de hoja verde. Además, se recomienda evitar el tabaco y limitar el consumo de alcohol, ya que estos hábitos pueden acelerar la pérdida ósea y aumentar el riesgo de fracturas.

 

Pero la nutrición es solo una parte del rompecabezas.

 

Los ejercicios de carga, diseñados específicamente para fortalecer los huesos, son un componente esencial en la lucha contra la osteoporosis. Estos movimientos someten los huesos a fuerzas externas, estimulando la formación de nuevo tejido óseo y aumentando la densidad mineral. Como fisioterapeuta, tengo el privilegio de guiar a mis pacientes a través de una variedad de ejercicios de carga, desde levantamiento de pesas hasta ejercicios con bandas de resistencia, adaptados a sus necesidades individuales y nivel de condición física.

Pero no nos detengamos ahí. La movilización vertebral, un componente determinante en la prevención de fracturas vertebrales, se incorpora hábilmente en nuestros objetivos terapéuticos. A través de técnicas específicas de movilización y estabilización, ayudamos a nuestros pacientes a mantener la flexibilidad y la fuerza de la columna vertebral, reduciendo así el riesgo de fracturas por compresión.

A continuación os presento una pequeña tabla de ejercicios diseñada especialmente para prevenir la osteoporosis. Los ejercicios de carga y resistencia, como el levantamiento de pesas y los ejercicios de fortalecimiento muscular, ayudan a estimular la formación ósea y mejorar la densidad mineral ósea. Estos ejercicios combinan movilización vertebral con ejercicios de carga para promover la salud ósea de manera integral:

  • Estiramiento con Flexión Vertebral: en decúbito supino , llevamos las rodillas hacia nuestro pecho y mantenemos la posición durante 10 segundos. Repetimos 5 veces.
  • Sentadillas con Peso Corporal: Ponte en bipedestación con los pies separados al ancho de los hombros y baja lentamente como si te fueras a sentar en una silla. Es importante que las rodillas no sobrepasen la punta de los pies. Imaginar que nos vamos a sentar detrás puede ayudarnos a mejorar nuestra sentadilla. Repite 10 veces.
  • Elevación de Talones: Ponte de pie con los pies juntos y levanta los talones del suelo, manteniendo la posición durante unos segundos antes de bajar. Repetimos 15 veces.
  • Plancha: colócate en posición de plancha. Apoya tus antebrazos y dedos de los pies, manteniendo el cuerpo alineado desde la cabeza hasta los talones. Imaginamos que podemos trazar una línea recta desde la base de nuestro cráneo a nuestro sacro. Sostén la posición durante 30 segundos. Es crucial tener un buen control abdominal al realizar este ejercicio; si sientes tensión excesiva en la columna vertebral, es recomendable fortalecer primero nuestro “core” abdominal, músculos estabilizadores que rodean la columna vertebral y el área abdominal, sin olvidarnos del suelo pélvico, antes de avanzar a este nivel de trabajo.
  • Elevación de Cadera: Acuéstate boca arriba con las rodillas dobladas y los pies apoyados en el suelo. Levanta lentamente las caderas hacia arriba, manteniendo los hombros en el suelo. Bajamos y repetimos 12 veces. Vamos a tratar de notar que al elevar nuestra columna, articulamos una a una nuestras vértebras y que sétimos también una movilidad adecuada en nuestra pelvis. Debemos tratar de mantener durante el ejercicio nuestra pelvis neutra. La pelvis neutra es una posición en la que la pelvis está alineada de manera óptima, manteniendo la curva natural de la columna vertebral. En esta posición, ni está inclinada hacia adelante (anteriormente), lo que podría provocar una curva excesiva en la parte baja de la espalda, ni está inclinada hacia atrás (posteriormente), lo que podría aplanar la curva lumbar.

Por supuesto, el trabajo con pesas es fundamental para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis. La evidencia científica respalda este tipo de ejercicio como el más efectivo para fortalecer los huesos y promover su normalización.

  1. Howe TE, Shea B, Dawson LJ, et al. Exercise for preventing and treating osteoporosis in postmenopausal women. Cochrane Database Syst Rev. 2011;2011(7):CD000333.
  2. Sherrington C, Whitney JC, Lord SR, Herbert RD, Cumming RG, Close JC. Effective exercise for the prevention of falls: a systematic review and meta-analysis. J Am Geriatr Soc. 2008;56(12):2234-2243.
  3. Giangregorio L, Papaioannou A, MacIntyre N, et al. Too fit to fracture: outcomes of a Delphi consensus process on physical activity and exercise recommendations for adults with osteoporosis with or without vertebral fractures. Osteoporos Int. 2015;26(3):891-910.

 

Con respecto al abordaje farmacológico

 

El tratamiento de la osteoporosis implica una combinación de medicamentos y cambios en el estilo de vida destinados a fortalecer los huesos y reducir el riesgo de fracturas. Los bifosfonatos, como el alendronato y el risedronato, son los medicamentos más comúnmente recetados y se toman en forma de píldoras una vez a la semana o una vez al mes. Estos medicamentos ayudan a prevenir la pérdida ósea y reducen el riesgo de fracturas al inhibir la actividad de las células que descomponen el hueso. Otro medicamento utilizado es el denosumab, que se administra mediante inyecciones subcutáneas cada seis meses y también ayuda a fortalecer los huesos al inhibir la descomposición del tejido óseo.

Es importante tener en cuenta que estos medicamentos pueden tener efectos secundarios, como malestar estomacal con los bifosfonatos o complicaciones óseas poco comunes, como la osteonecrosis del hueso maxilar o la fractura femoral atípica.

 

Durante el 42º Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), se discutieron avances en el tratamiento de la osteoporosis.

 

La vía Wnt es un sistema de señalización celular inicialmente descubierto en estudios genéticos de la mosca de la fruta y el ratón. Juega un papel clave en varios procesos biológicos, incluida la formación ósea. Su nombre proviene de la fusión de los genes “Wingless” y “Int-1”.

La vía Wnt es un mecanismo clave para regular el equilibrio entre la formación y la resorción ósea, además determina nuestra salud ósea. Esta vía comprende dos ramas principales: la vía canónica y la vía no canónica. En la vía canónica, ciertos receptores y proteínas específicas activan la señalización Wnt, promoviendo así la formación de hueso. Sin embargo, la esclerostina actúa como un regulador negativo en esta vía al bloquear la acción de los receptores, lo que puede ocasionar una disminución en la formación ósea. Por otro lado, aunque la vía no canónica tiene efectos menos definidos en el hueso, también desempeña un papel importante en su remodelación. Comprender la complejidad y el impacto de la vía Wnt es esencial para avanzar en la comprensión y el tratamiento de enfermedades óseas como la osteoporosis.

También se presentó el romosozumab como una prometedora opción terapéutica. Este medicamento inhibe la proteína esclerostina, que actúa como un freno en la vía Wnt, un proceso clave como hemos visto en el remodelado óseo. Esto significa que romosozumab puede promover la formación de hueso nuevo y mejorar la densidad ósea. Sin embargo, se hizo hincapié en que este fármaco conlleva riesgos potenciales para la salud cardiovascular por lo que su administración y seguimiento deben ser supervisados siempre por su médico. Además, se destacó la necesidad apremiante de abordar el riesgo de fractura y mejorar la adherencia al tratamiento, subrayando la importancia de una atención global y una mayor investigación en este campo específico.

Como fisioterapeutas debemos comprometernos a asesorar a nuestros pacientes en este proceso hacia la salud ósea y la vitalidad renovada. Juntos, podemos enfrentar este desafío con decisión, y conseguir una óptima experiencia terapéutica en esta condición: una en la que la fragilidad se transforme en fortaleza, y donde cada paso que damos nos acerca un poco más hacia la libertad y el bienestar.

 

Porque en última instancia, la osteoporosis no define quiénes somos.

 

Somos capaces de superar desafíos, de adaptarnos y de crecer más allá de las limitaciones impuestas por esta enfermedad. Con el asesoramiento específico y el compromiso con un estilo de vida saludable, podemos lograr que la osteoporosis sea simplemente una página más en el libro de nuestra vida, no el final de la historia. Porque cuando acaba el día, lo que importa no son las limitaciones que enfrentamos, sino cómo elegimos enfrentarlas.

“El mayor placer en la vida es hacer lo que la gente dice que no puedes hacer.”

Walter Bagehot

 

La osteoporosis puede tener un impacto emocional significativo en las personas que la padecen. Puede generar sentimientos de vulnerabilidad, ansiedad, miedo a las caídas y fracturas, así como preocupación por la pérdida de independencia y la calidad de vida. La necesidad de adaptarse a cambios en la movilidad y en las actividades diarias también puede generar estrés y frustración. Tengamos también presente que cuidar nuestra salud mental es tan importante como fortalecer nuestros huesos. Es importante abordar estos aspectos emocionales junto con el tratamiento médico y la rehabilitación física para promover el bienestar a nivel global de quienes viven con osteoporosis.

“¿Acaso existía un anhelo humano más triste o ‘más intenso’ que el deseo de una segunda oportunidad en algo?”

Haruki Murakami.

Nuestros huesos, con el cuidado adecuado, nos brindan esa segunda oportunidad para ayudarlos.

Artículo realizado por Silvana Salgado

3 Comment(s)

  1. Caridad Madridano
    abril 16, 2024

    Gracias por la información completa.Mis problemas de cadera han mejorado por el tratamiento fisoterapeutico

  2. Carmen Prieto González
    abril 16, 2024

    Excelente artículo. Muchas gracias por compartir tanta información útil y consejos que sin duda pondré en marcha.

  3. Enrique Llansó
    abril 16, 2024

    Muchas gracias casi todo lo hago, pero lo mejoraré con lo que me mandas.
    Hace menos de un año me hicieron pruebas de los huesos y estoy bien.
    Falta me hace con los deportes que practico, aunque soy prudente me caigo algo y menos el windsurf que caigo en agua, el resto en suelo duro.

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